viernes, 10 de junio de 2011

A PROPOSITO DE "LA OLA"



A PROPOSITO DE “LA OLA”

La Ola (Die Welle en alemán) es una película alemana basado en un experimento realmente llevado a cabo en la Universidad de Palo Alto California realizada en 2008 dirigida por Dennis Gansel.
Durante un proyecto semanal, el profesor Rainer Wenger enseña a los estudiantes de su clase el tema de la autocracia como forma de gobierno. Los estudiantes se muestran escépticos ante la idea de que pudiera volver a generarse una dictadura como la del Tercer Reich en la Alemania actual y creen que ya no hay peligro de que el nacionalsocialismo vuelva a hacerse con el poder, porque a pesar de haber pasado décadas, las nuevas políticas y tecnologías arbitrarían el proceso de un nuevo mandato autocrático. El profesor decide empezar un experimento con sus alumnos para demostrar lo fácil que es manipular a las masas. A través del  lema: "fuerza mediante la disciplina, fuerza mediante la comunidad, fuerza a través de la acción, fuerza a través del orgullo",  de tal forma que cada día los alumnos sigan una nueva regla. Por ejemplo, que todos ellos entren al aula y, en menos de 30 segundos, se sienten todos ellos con actitud atenta y con la espalda bien recta, resueltos a iniciar la clase. El interés por la forma de cómo se ejecuta esa clases crece, haciendo que jóvenes de otros cursos se cambien de aula hasta constituir un grupo numeroso, derivando en fanatismo. El grupo llega incluso a inventar un saludo y a uniformarse de blanco. El popular curso toma el nombre de "La Ola", y a medida que pasan los días, comienza a hacerse notar mediante actos de vandalismo, todo a espaldas del profesor Wenger, que acaba perdiendo el control de la situación.
La visión del film fue el disparador de las siguientes reflexiones.
 A primera vista, las acciones que demuestran el concepto de autocracia tanto en el film como en la vida real están dadas por la adopción del uniforme, el saludo, la constitución de un grupo cerrado y, en cierto modo, sectario pero en verdad todo eso es solo la demostración visible de algo mucho más profundo: la disolución de la responsabilidad personal en la responsabilidad colectiva. La masificación del individuo representada gráficamente en el “fascio”, el haz de leña coronado por un hacha que utilizaban los lictores como símbolo de su cargo resucitado luego por el fascismo italiano.
Lo peor de esa masificación es la asunción por parte de los sujetos que integran el grupo como de algo voluntario (“Todo esto es voluntario, yo no obligo a nadie” dice Herr Wenger “El que no esté de acuerdo que se retire”). Sibilinamente, hace ver como una cuestión voluntaria, algo que en realidad es inducido, bajo pena de quedarse fuera de la comunidad.
En la vida real vemos cotidianamente los avances cada vez más autoritarios de la última autocracia que supimos conseguir, la Venezuela chavista, sin que a nadie se le mueva un pelo. O peor aún, lo justifique con el argumento de que Chávez fue votado por el pueblo venezolano, como si eso sólo le diera legitimidad para hacer lo que le venga en gana. Después de todo también a Hitler lo votaron y hasta el mismísimo Pinochet se vio en la obligación de legitimarse mediante un plebiscito (en aquel momento se popularizó un chiste que decía: “el sí es sí quédate y el no es no me voy”).
Obviamente dicha asunción y sobre todo el aislamiento crea un fenómeno que se da en todos los grupos cerrados: la retroalimentación. La creencia de que su “ideología” es la única posible o en todo caso la mejor (“Haremos la revolución popular aunque el pueblo se oponga” decían los personeros del ERP en los ¨70 hoy erróneamente glorificados), lo cual provoca aún un mayor aislamiento y la recurrencia a la violencia para defender o imponer esa ideología (al respecto, es notable el raíd que emprenden los integrantes de “La Ola” que culmina con la pintada del logo en el techo del parlamento por parte de Tim).
A mi modo de ver, el final estaba escrito y no podrían haberlo cambiado hicieran lo que hiciesen. Tim es un chico enfermo que intenta por todos los medios ser aceptado por sus pares sin el menor éxito (al respecto es muy ilustrativa la escena en que se nos presenta el personaje que luego de arriesgarse a ser detenido para conseguir un paquete de marihuana termina regalándoselo a sus “amigos” motoristas para ser aceptado como un igual), hasta que llega “Die Welle” y por primera vez se siente aceptado e incluso respetado por sus iguales. Obviamente que alguien con esas características patológicas no va a aceptar un nuevo fracaso (“Nunca despiertes al esclavo que está soñando ser libre, porque te va a atacar para defender ese sueño”). El personaje (que en cierto sentido y no por casualidad, recuerda al introvertido protagonista de “Elefante” de Gus Van Sant) entonces tiene dos opciones o suicidarse como efectivamente hace o bien ir un día a la escuela armado hasta los dientes y provocar una masacre del tipo de la escuela de Columbus.
Más allá de los valores artísticos, que los tiene y en cantidad, la película resulta perturbadora porque desnuda una realidad que muchos no quieren ver: la historia puede volver a repetirse aun a pesar de sus propios protagonistas.
La principal crítica que se hizo a la película en el momento de su estreno, me parece bastante irrelevante: se le cuestionó que todo ocurriera durante una semana.
En primer lugar, el período de una semana es lo que duró el experimento en la vida real y por otra parte, en el cine el tiempo es eminentemente convencional. La historia puede transcurrir en una semana o en cinco años, pero la película va a seguir teniendo una duración de 120 minutos con lo cual no veo cual hubiera sido la diferencia si la historia hubiera transcurrido durante un período mayor de tiempo.
 En cuanto al contenido de la historia, evidentemente uno desconoce lo que provoca en los demás y el efecto que el “feedback” de eso puede provocar en uno mismo. Obviamente ni Herr Wenger ni su alter ego en la vida real Ron Jones, que llevó a cabo el experimento en 1967 en la Universidad de Palo Alto, California y tuvo que suspenderlo a la semana porque entendió que se le iba de las manos, intentaban que la experiencia se descontrolara ni podían saber qué efectos iba a tener sobre sus alumnos, pero… “el hombre propone y Dios dispone”.
Yendo a un ejemplo que nos es más cercano: tomemos a Galtieri en el año 1982 cuando el “general majestuoso” (al decir de Ernesto Sabato que por aquel entonces defendía al llamado Proceso de Reconstrucción Nacional en sintonía con el Partido Comunista, lo cual no le impidió más tarde ser el presidente de la CONADEP) decidió llevar a la práctica el plan que pergeñaran los Montoneros que operaban desde la ESMA. El mismo plan que antes le ofrecieran a Massera y éste rechazó por disparatado, ahora era visto como una tabla de salvación por el etílico general que veía sus días en el gobierno contados y se animó a esa fuga hacia delante que fue la invasión a las Malvinas. El plan no era entrar en guerra con la Otan ni mucho menos: apenas ir a las islas, ocuparlas sin matar a nadie y pedir la intervención de la OEA.
Con lo que no contó Galtieri fue con la exacerbación del sentido patriótico de la gente fogoneado por José María Muñoz desde la radio instigando a una demostración masiva de apoyo en la Plaza de Mayo ni con su propia reacción ante el hecho consumado. Al asomarse al balcón de la Casa Rosada y escuchar a esa enorme multitud que lo vitoreaba (aunque ahora muchos lo nieguen) el militar se vió atacado por el “Síndrome de Perón” (al que sucumben tarde o temprano todos nuestros gobernantes cuando se asoman al fatídico balcón) y decidió en ese momento continuar con la invasión para sorpresa de sus adlateres e incluso para el propio General Menéndez, a la sazón Gobernador de las Islas a quien Galtieri había convencido esa misma madrugada de asumir el cargo en el entendimiento que la ocupación no iba a durar más de 48 hs (en los noticieros de la época es posible ver al general contestando a un requerimiento periodístico diciendo que “Vamos a seguir trabajando desde la Secretaría de Trabajo y Previsión” como si en su mente confundida por el alcohol se creyera realmente Perón en 1945, para luego asomarse al balcón y jugar su destino (y el de los soldados que ya estaban en las Islas) diciendo “Si quieren venir, que vengan, presentaremos batalla. Al gran pueblo argentino, salud”).
Por otra parte debemos tener en cuenta que para que exista una tendencia autocrática debe existir previamente una situación anárquica (en la película se ve como Marco se asombra de la excesiva permisividad de que gozan los hermanos de Karo; en la realidad, tanto en la Italia pre-fascista como en la Alemania pre-nazi,  en la España pre-franquista e incluso en la “primavera democrática” de los ´70 en nuestro país se daban estas condiciones) y esa constante anomia hace que los burgueses bienpensantes busquen la seguridad de lo conocido (“No hay nada más parecido a un fascista que un burgués asustado”). En nuestro país, el descontrol de los 90 días del gobierno camporista desembocó en la formulación por parte de Perón de la teoría de los anticuerpos (“Las sociedades son como el cuerpo humano, cuando se ve atacado crea sus propios anticuerpos para exterminar a los infiltrados”) y los anticuerpos se llamaron Triple A y desembocaron en el golpe del ´76 que fue saludado alborozadamente por la sociedad que ya estaba harta de violencia de uno y otro signo, aunque ahora lo políticamente correcto sea decir que uno estaba en contra del golpe.
Otra de las cosas de demuestra la película es que, para que exista una autocracia no es necesaria una ideología (de hecho La Ola carece de ideología, al menos explícita) ni un líder carismático (basta una buena campaña publicitaria: Hitler sin Goebbels no hubiera pasado de ser un anodino empleado de correos con una apariencia  extravagante, que odiaba la violencia y se horrorizaba ante la visión de la sangre derramada, hasta el punto de ser vegetariano, un poco como el Tim de la película que al sentirse parte de algo que lo incluye, y lo excede, sufre una metamorfosis similar a la del jefe fascista que interpreta Donald Sutherland en “Novecento”, que pasa de ser un tímido mayordomo a ser el sanguinario Jefe del Fascio del pueblo simbolizado en la escena en que mata al gato del peluquero aplastándolo de un cabezazo contra la pared para salir a bailar cubierto de sangre al medio de la plaza del pueblo).
Como lo sabe el líder de cualquier secta, basta con unas cuantas consignas mal digeridas y sacadas de contexto, el aislamiento y crear un sentido de pertenencia a (y de dependencia de) el grupo, la secta, la “Orga” o lo que fuere para conseguir la aceptación ciega y acrítica de gente que sin duda reconoce una patología de base que la hace susceptible de ser captada por estos grupos (insatisfacción con la propia vida, falta de aceptación por el entorno, carencia de objetivos vitales, etc). En la película, si bien el caso de Tim es el más extremo, los demás alumnos padecen similares carencias aunque no tan severas (“Ahora sé lo que es pertenecer a algo, tú conoces la sensación porque perteneces a una buena familia, yo no” le dice Marco a Karo en un momento, cuando ella le hace notar su dependencia cada vez más fuerte del grupo). Incluso Kevin que al principio se rebela contra el grupo termina volviendo porque el no pertenecer lo hace sentir un extraño.
En resumen, un lúcido llamado de atención ante algo que ahora parece lejano e irrepetible pero está latente. En el final de su película “El Huevo de la Serpiente” que trata sobre la ascensión del nazismo en la Alemania de los años 20, Bergman le hace decir a uno de sus personajes que la ascensión de Hitler al poder aparecía como ineluctable y no obstante iba a ser un fiasco colosal porque Hitler carecía de las condiciones de liderazgo. Que sin embargo, diez años después la gente demasiado humillada en el pasado sería capaz de hacerlo y aunque era evidente para cualquiera nadie estaba haciendo nada para impedirlo. “Cualquiera con un poco de ganas puede ver lo que está ocurriendo como en el huevo de una serpiente en el que a través de la fina membrana puede verse al reptil completamente formado”.

martes, 8 de febrero de 2011

CONSERVACION DEL PATRIMONIO URBANO



EL CRECIMIENTO DESMEDIDO DE LA INVERSIÓN INMOBILIARIA Y SU INFLUENCIA NEGATIVA SOBRE EL PATRIMONIO NATURAL Y ARQUITECTÓNICO EN EL GRAN BUENOS AIRES DURANTE LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS.


Desde la primera mitad del Siglo XX coexisten en el ámbito de la arquitectura dos corrientes bien definidas, una cuyo auge tuvo lugar en los EEUU a caballo de la explosión demográfica, que considera que los edificios antiguos son solamente piedras viejas sin valor alguno y postula la necesidad de demoler lo construido para edificar en su lugar modernos edificios que den respuesta a la creciente demanda habitacional. Existe otra tendencia, dominante sobre todo en Europa según la cual los edificios antiguos son testimonio del pasado y, como tal, deben ser conservados sin perjuicio de dotarlos del confort moderno. En el presente proyecto se intentará demostrar la conveniencia no sólo desde el punto de vista arquitectónico e histórico, sino incluso económico de refuncionalizar estructuras existentes en lugar de demolerlas para volver a construir sobre las ruinas y los avances logrados en tal sentido en especial en el Gran Buenos Aires en el período 1990-2010.
En la actualidad, si bien existe la mayoría de la información al respecto de los temas abordados en el presente proyecto surge de diferentes O.N.G., la misma carece en general de rigor científico y se basa mayoritariamente en argumentos de tipo sentimental e ideológico.  No obstante, el trabajo  de la arquitecta Beatriz Amarilla Influencia de factores económicos en la conservación del patrimonio urbano [1]  analiza los procesos de deterioro y recuperación del paisaje histórico y urbano y detalla las soluciones que se han implementado en algunos países a tal efecto.
.El arquitecto Rubén E. Vera, en su trabajo  Medio Ambiente y preservación del patrimonio cultural  [2] detalla qué se entiende por patrimonio cultural y natural y hace una defensa de la importancia de su preservación. En Le Corbusier Los buenos aires de la modernidad [3] el arquitecto Gustavo Nielsen, hace una crónica de la única visita del reconocido arquitecto suizo al país y su influencia sobre el urbanismo posterior en la Argentina.
La Dra. Susana Parés en su trabajo La tutela de los paisajes históricos urbanos: una visión jurídica [4] expone las últimas tendencias jurídicas en la materia.
En la entrevista del Arquitecto Guillermo Tella al Doctor en Urbanismo Juan Lombardo, en El Cronista, se hace referencia a la problemática del descontrolado crecimiento urbanístico en Tigre en los últimos 10 años.[5]
Lo que se intenta a través del presente es explicar las tendencias existentes en el ámbito de la arquitectura  a favor y en contra del conservacionismo, explicar las razones por las cuales se aplica una o la otra y detallar las soluciones urbanísticas y jurídicas que se han intentado tanto en el país como en Latinoamérica.
En los últimos tiempos asistimos al crecimiento exponencial de diversos mega-emprendimientos inmobiliarios en el Conurbano Bonaerense, sobre todo en los partidos de Tigre, Pilar y Ezeiza, aunque no es ajeno a dicho fenómeno el crecimiento de la inversión inmobiliaria en la zona de Lomas de Zamora denominada Las Lomitas.
Al respecto, el Dr. en Urbanismo Juan Lombardo, entrevistado por el Arquitecto Guillermo Tella para El Cronista, manifiesta:
En general, la lógica a la que este tipo de emprendimientos urbanos se asocia a la de la optimización en el tiempo de la reproducción del capital invertido en el territorio, sobre la base de la satisfacción de las necesidades de un segmento de población conformado por altos ingresos. Con esto quiero decir que, tendencialmente, el proceso de construcción de la ciudad se ha centrado en la venta de pequeños lotes sin infraestructura por parte de las empresas o grupos de particulares asociados y que, en la actualidad, estas ecuaciones han cambiado tanto en magnitud de la intervención como en recupero de la inversión.”[6]
Prueba de ello es la nave insignia del crecimiento inmobiliario de Tigre el emprendimiento Nordelta, construido sobre terrenos que originariamente eran un relleno sanitario y se encontraban por debajo de la cota con lo cual su valor era irrisorio y que hoy por hoy es uno de los lugares más exclusivos y caros de la Provincia de Buenos Aires.
En definitiva, lo que se conoce vulgarmente como especulación inmobiliaria; Intentaremos definir someramente qué entendemos por especulación inmobiliaria.
El diccionario Planeta define la especulación como “la realización de operaciones susceptibles de producir grandes beneficios sin aportación de trabajo[7].
Por su parte, la Enciclopedia Espasa Calpe la define como “operación comercial consistente en obtener bienes o títulos con la intención de venderlos en el futuro a un precio mayor, obteniendo beneficios con la diferencia de precios”[8]
Para Gago Llorente la especulación, representa la acción de mezquinos sectores económicos sin sensibilidad estética y cultural, ante los cuales las fuerzas de la cultura  poco pueden hacer”.[9]
En resumen, podemos decir que, la denominada especulación inmobiliaria se distingue por efectuar inversiones de bajo monto y alto rendimiento económico en el menor tiempo posible, sin importar la repercusión que ello pueda tener en el ecosistema ni en el patrimonio arquitectónico.
Ahora bien, qué se entiende por patrimonio arquitectónico. Para el Arquitecto Rubén Vera   
“El patrimonio cultural es parte indivisa del medio ambiente ya que es la forma de adaptación del hombre al medio. El patrimonio cultural es sin duda, el conjunto de elementos materiales e inmateriales que produce una comunidad y, en consecuencia, son los objetos que la identifican. Durante muchos años se consideró que la identidad cultural estaba basada casi exclusivamente en los monumentos históricos que resumen y condensan los rasgos esenciales de la comunidad, pero se dejó de lado una enorme cantidad de objetos sencillos que tienen el valor documental y testimonial y de los usos de la comunidad que los produjo, tanto como lo tienen los monumentos históricos. El patrimonio cultural, específicamente los bienes inmuebles que incluyen los asentamientos urbanos, llámense pueblos, ciudades o conjuntos edilícios  de gran escala y los hechos arquitectónicos de orden rural o urbano, conforman el patrimonio arquitectónico; este patrimonio como parte de la cultura es un elemento esencial de identificación, indivisible e inalienable que el grupo social hereda de sus antepasados con la obligación de conservarlo y acrecentarlo, para transmitirlo a las siguientes generaciones”.[10]
Para la profesora Susana Pares es ”el conjunto de señas – tangibles o intangibles- sobre las que se asienta esta individualidad de un pueblo”.[11]
Hasta no hace mucho tiempo, como bien lo expone R. Vera en el trabajo citado, se consideraba como de interés solamente la conservación de los monumentos históricos y era esa la única herramienta de la que se disponía para intentar preservar el patrimonio cultural. No obstante, en muchos casos esa protección lejos de producir los efectos deseados era contraproducente. Al respecto es ilustrativo el caso de la restauración de la Basílica de Luján. Hasta el año 1998 la misma se encontraba bajo jurisdicción de la Curia Episcopal y, debido al avanzado estado de deterioro del edificio se habían ordenado minuciosos trabajos de restauración que llevaría a cabo una empresa privada, habiéndose ya aprobado el plan de obras y el financiamiento de las mismas.
Al declarársela Monumento Histórico, pasó a depender de la Dirección de Museos y, en consecuencia, la restauración sólo podía ser emprendida por la Dirección de Arquitectura provincial, con lo cual  se dejó de lado todo lo ya hecho y se comenzó nuevamente desde cero. Finalmente las obras comenzaron en 2003 luego de que en el año 2000 se desprendiera el crucifijo de una de las torres sobre los peregrinos reunidos en la plaza frente a la basílica, y aún continúan.
Otro de los remedios intentados, es la llamada Capacidad Constructiva Transferible (en adelante CCT) incluida en algunos Códigos de Planeamiento Urbano como el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el de la Ciudad de La Plata.
 ¿Qué significa la Capacidad Constructiva Transferible? Se trata de la diferencia entre la capacidad de edificabilidad permitida en los inmuebles (FOT) y la superficie construida. Es decir, si el dueño de una vivienda muy antigua catalogada, se ve imposiblitado de ampliarla o demolerla para edificar un inmueble diferente o más grande o quiere venderla a una inmobiliaria para que construya otra propiedad, puede solicitar este certificado y, esa diferencia de capacidad constructiva, queda a su disposición, en forma de crédito, para su utilización en otra propiedad o para su venta.
El problema es que el Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires exige determinadas pautas para la utilización de este beneficio que lo hacen poco atractivo (p.ej: sólo permite su utilización en determinadas zonas de bajo valor económico).
De hecho en estos momentos existe un proyecto en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de modificar estas limitaciones a fin de hacer dicha alternativa más atractiva. [12]
“No obstante, más allá de estos remedios legales, es evidente que en los últimos tiempos estamos asistiendo al crecimiento exponencial de enormes emprendimientos inmobiliarios, sobre todo en los partidos de Tigre donde el crecimiento de los emprendimientos de este tipo fue del 866% entre 1991 y 2001 y Pilar donde se registró un crecimiento del 108% durante el mismo período. El problema es que a caballo de este crecimiento, paralelamente se registró un crecimiento de asentamientos en las proximidades de los mismos del  117% en un caso y del 290% en el otro, con lo cual, se configuran islas de pobreza y de riqueza mientras que la retícula tradicional casi no manifiesta crecimiento alguno. Además, la ciudad presenta los mismos problemas sin solución desde tiempos de la Revolución Industrial, tales como contaminación ambiental, déficit de viviendas, condicionas de hacinamiento, congestión de transito entre otros. [13]
Para dar respuesta a esta problemática, desde 1928 se celebran los CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna) contando como referente a Le Corbusier. En al ámbito de estas reuniones académicas, en 1931 se desarrolla la “Conferencia de Atenas” celebrada en esa ciudad griega que arroja como conclusión que las construcciones antiguas deben ser consideradas como enfermos y tratadas como tales a fin de preservarlos. Dos años más tarde en el marco de las mismas jornadas se dicta la “Carta de Atenas” o “Principios de Urbanismo” a cuyos principios adhiere el  mismo Le Corbusier, que llega a la conclusión de que los edificios antiguos son muertos y por ende toda acción tendiente a su conservación resulta inútil o, al menos carente de sentido[14].
A partir de allí, si bien éste último documento en realidad no propugnaba la demolición lisa y llana de las estructuras preexistentes, en rigor de verdad tampoco lo desaconsejaba y fue tomado como fundamentación del sistema que arraigó sobretodo en tierras americanas cuya prioridad no era la preservación sino la implementación de un lenguaje arquitectónico austero y barato a fin de dar respuesta a la crisis habitacional.
Por esa razón estuvieron recientemente a punto de demoler la Solana del Mar en Uruguay y se desvirtuó el Hotel de Turismo de  Posadas y se ha descuidado durante años la celebra Casa del Puente de Amancio Williams en Mar del Plata y a lo largo y ancho de todo el continente americano proliferan las edificios de dudoso gusto, autenticas colmenas humanas.[15]
En nuestro país, esta concepción desembarcó de la mano del propio Le Corbusier quien visitó el país en Setiembre de 1929 invitado por la Asociación Amigos del Arte, agrupación que manejaba el excéntrico millonario Natalio Botana a través de su esposa Salvadora Onrubia.
En esa ocasión el suizo dio diez conferencias en la Universidad de Ciencias Exactas de la UBA en las cuales proponía, imbuido del ideario socialista que decía profesar por esos días, un plan para Buenos Aires que consistía en la construcción de doce rascacielos que serian el inicio de una sociedad igualitaria para el buen vivir de los porteños.
Finalmente, aunque el Plan para Buenos Aires, afortunadamente, no se llevó a cabo la semilla plantada por el insigne suizo dio sus frutos y toda una generación de arquitectos que habían asistido a sus conferencias creyeron que el imperativo de la hora era sostener ese tipo de arquitectura desdeñando todo el patrimonio heredado de nuestros antepasados.[16]
Ejemplo paradigmático de esa tendencia es la historia del Hotel Las Delicias de Adrogué que funcionó en el predio donde hoy funciona la Casa de la Cultura de Almirante Brown.
Construido en 1870 por Don Estaban Adrogué, fundador del Partido de Almirante Brown, para recibir a sus amistades, fue abierto al público en 1872 supo contar entre sus huéspedes a celebridades como Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares e incluso los presidentes Sarmiento, Mitre y Carlos Pellegrini pasaron temporadas allí.
No obstante, en 1957 el hotel fue demolido y en su lugar se construyó una moderna sala de cine denominada “Gran Adrogué”, gemelo de otro establecimiento de las mismas características denominado “Gran Lomas” y ubicado en la Avda. Meeks en Lomas de Zamora.
En los años 90 ambas salas dejaron de funcionar y fueron alquiladas por sendas congregaciones religiosas para sus reuniones para finalmente terminar convertidas una en el Bingo Lomas y la otra en la Casa de la Cultura de Almirante Brown.[17]  
Como se verá, nada importó el pasado glorioso del predio ante el avance de la modernidad.
No obstante, en los últimos tiempos, se ha comenzado a notar un cambio cualitativo en cuanto a la noción de conservacionismo, la arquitecta Beatriz Amarilla en el trabajo citado hace referencia a la labor emprendida en forma conjunta por las autoridades brasileñas de San Salvador de Bahía e inversores privados a fin de refuncionalizar y poner en valor el casco histórico del barrio de Bom Jesús en la ciudad de Recife, el Plan Maestro puesto en marcha por las autoridades peruanas en 1999 que prevé acciones para el período 2006-2035 a fin de devolver su antiguo esplendor a la ciudad de Lima y  el “Proyecto de Normativa Especial Área Bancaria y Diagonal Norte, Buenos Aires” del cual es coautora  que propone una serie de beneficios de tipo impositivo a fin de poner en valor la zona que rodea la city porteña.[18]
Finalmente, la Dra. Parès en el trabajo citado, hace una reseña del leading case Halabi en el cual la Corte Suprema de Justicia de la Nación al resolver una acción de amparo hace lugar al reclamo por vulneración de los derechos colectivos o intangibles aplicando el instituto del amparo colectivo instaurado por la reforma constitucional de 1994.
A partir de allí se abrió una puerta para habilitar el reclamo por esos daños difusos que anteriormente no estaban amparados por la legislación positiva y así es que hoy en función de este instituto se ha frenado la construcción en Tigre de dos marinas que se considera vulnerarían el ya de por si devaluado medioambiente de la región y se obtuvo la suspensión de la autopista que uniría la ciudad de La Plata con San Isidro y cuya traza atravesaba el Parque Pereyra Iraola causando daños ecológicos de enorme magnitud.
Por ultimo, el arquitecto Vera, números en mano, que no se transcriben por exceder el marco de este trabajo, demuestra que el refuncionalizar estructuras preexistentes representa un ahorro de un 42,08% respecto a una construcción completamente nueva ya que existen estructuras que a los sumo deben reforzarse y pasos administrativos que directamente se pueden obviar.
Como corolario podemos decir que “la restauración tiene una misión instrumental que es proteger las fuentes objetivas del conocimiento histórico y garantizar la posibilidad de perfectibilidad interpretativa”[19]
En la arquitectura existen dos tendencias contrapuestas: la que propugna la conservación y refuncionalización de estructura preexistentes y la que postula la demolición lisa y llana de los edificios antiguos y su reemplazo por estructuras completamente nuevas.
Esta última tendencia arraiga en nuestro país a instancias de Le Corbusier que propugna la construcción de viviendas austeras y de bajo costo, pero el mensaje es decodificado a la luz de la especulación inmobiliaria y lo que se obtiene esta muy lejos del ideal del maestro suizo.
En virtud de esta tendencia se demolieron edificios de un gran valor histórico como el Hotel Las Delicias de Adrogué o se dejaron en el abandono otros como la Casa del Puente de Mar del Plata.
En los últimos tiempos se han comenzado a gestar iniciativas favorables a la refuncionalización como el Plan Maestro en Lima, Perú, el emprendimiento del municipio de la ciudad de Recife, Bahía y las propuestas elaboradas por el Gobierno de la Ciudad para poner en valor la zona histórica de la city porteña.
Asimismo, la Corte Suprema de Justicia al habilitar el reclamo por derechos intangible abre grandes posibilidades a los conservacionistas.
Finalmente, se demuestra que económicamente es más conveniente conservar las estructuras preexistentes.
Bibliografía y referencias
AMARILLA, Beatriz, Influencia de factores económicos en la conservación del patrimonio urbano”http://www.icomosargentina.com.ar/images/stories/publicaciones/paisajes_hist_urb/conferenciasPDF/AMARILLA.pdf)
CHANFON Olmos, Fundamentos teóricos de la restauración, UNAM, 1988
GAGO LLORENTE: “La lógica económica del deterioro y la rehabilitación como política económica urbana”. Curso de Rehabilitación, Tomo 1. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, 1986. Citado por Amarilla, Beatriz Cecilia en su trabajo “Influencia de factores económicos en la conservación del patrimonio Urbano”,
GOJZMAN Diego, Laberintos, acerca de los tiempos de un espacio. Revista Isel, edición 2009
NILSEN, Gustavo  Le Corbusier Los buenos aires de la modernidadpublicado en el suplemento de arquitectura del Diario Perfil del 22/09/10
[1]  PARES, Susana, “La tutela de los paisajes históricos urbanos: una visión jurídica” http://www.icomosargentina.com.ar/images/stories/publicaciones/paisajes_hist_urb/linea_7/51.pdf)
[1] TELLA. Guillermo entrevista al Dr. en Urbanismo Juan Lombardo, http://www.cronista.com/notas/153790-tigre-una-mirada-critica-su-logica-crecimiento-urbano
VERA, Rubén “Medio Ambiente y preservación del patrimonio cultural” Rev. Isel, sin fecha de impresión,
VERA, Rubén, Arquitectura y Construcción. Preservación del patrimonio arquitectónico. Clase Abierta, Universidad Nacional de La Plata, 2009


[1] AMARILLA , Beatriz, Influencia de factores económicos en la conservación del patrimonio urbano”http://www.icomosargentina.com.ar/images/stories/publicaciones/paisajes_hist_urb/conferenciasPDF/AMARILLA.pdf
[2] VERA, Rubén “Medio Ambiente y preservación del patrimonio cultural” Rev. Isel, sin fecha de impresión, Págs. 19/20
[3] “NILSEN, Gustavo  Le Corbusier Los buenos aires de la modernidadpublicado en el suplemento de arquitectura del Diario Perfil del 22/09/10
[4]  PARES, Susana, “La tutela de los paisajes históricos urbanos: una visión jurídica” http://www.icomosargentina.com.ar/images/stories/publicaciones/paisajes_hist_urb/linea_7/51.pdf
[5] TELLA. Guillermo entrevista al Dr. en Urbanismo Juan Lombardo, http://www.cronista.com/notas/153790-tigre-una-mirada-critica-su-logica-crecimiento-urbano

[6] TELLA. Guillermo , op. Cit.
[7] Diccionario Enciclopédico Planeta, T° IV pag. 1766, Ed. Planeta 1984.
[8] Enciclopedia Espasa Calpe, T° II pag. 647, Ed. Espasa Calpe, 1999
[9] GAGO LLORENTE: “La lógica económica del deterioro y la rehabilitación como política económica urbana”. Curso de Rehabilitación, Tomo 1. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, 1986. Citado por Amarilla, Beatriz Cecilia en su trabajo “Influencia de factores económicos en la conservación del patrimonio Urbano”,
[10] VERA, Rubén Eduardo, Medio Ambiente y preservación del patrimonio cultural, Rev. Isel, sin fecha de impresión, pags. 19/20
[11] PARES, Susana, op cit.

[12] Cfr FERRARA, Euridice, Patrimonio Arquitectónico -Darían subsidios a los titulares de inmuebles con valor histórico http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0414/articulo.php?art=17865&ed=0414.
[13] TELLA, Guillermo, op. Cit.

[14] VERA, Rubén, Arquitectura y Construcción. Preservación del patrimonio arquitectónico. Clase Abierta, Universidad Nacional de La Plata, 2009
[15] Cfr. NIELSEN Gustavo, op. citada
[16] Cfr. NIELSEN Gustavo, op. citada. 
[17] Cfr. GOJZMAN Diego, Laberintos, acerca de los tiempos de un espacio. Revista Isel, edición 2009, pag-18/27.
[18] Cfr. AMARILLA, Beatriz, op. cit.
[19] CHANFON Olmos, Fundamentos teoricos de la restauraciòn, UNAM, 1988.